A lo largo de la vida desempeñamos distintos roles que nos permiten afrontar las demandas sociales a las cuales estamos expuestos. Por ejemplo, el rol de padre, el rol de hija mayor, el rol de trabajador, rol del oposicionista, rol del vergonzoso, rol del incapaz, etc.
Por otro lado, las personas solemos sufrir si no podemos desarrollar todos los roles que llevamos dentro:
Carmen es una mujer que ha adoptado un rol de cuidadora a lo largo de su vida. La presión que desde muy pequeña tuvo que vivir, dentro de una familia con una madre enferma y muchos hermanos pequeños, la llevo a desarrollar un rol de cuidadora que ha limitado la posibilidad de desarrollar otros roles que también forman parte de ella. Por ejemplo, Carmen no es capaz de desarrollar el rol de mujer asertiva, y esto se traduce en una imposibilidad para contactar con sus necesidades, lo que le genera mucho sufrimiento.
Según J. Moreno (Teoría de Roles), los roles pasan por etapas distintas de evolución:
1. Adopción de rol: simplemente imitarlo a través de modelos disponibles.
2. Jugar el rol: explorando sus posibilidades de representación.
3. Desempeño del rol: de una forma espontánea y creativa.
Y es aquí cuando podemos reflexionar: ¿Qué roles desempeñamos? ¿Cómo los desempeñamos? ¿Cómo en ocasiones nos definimos a nosotros mismos a través de estos roles?
Incluso hay ocasiones en donde adoptamos un rol que entra en conflicto con vínculos o relaciones actuales:
Pablo es un hombre que creció en un ambiente muy rígido, con padres muy estrictos. A lo largo de su vida, fue adaptándose a estas exigencias y poco a poco fue desarrollando un rol de autoritario, que actualmente le está generando conflictos en su trabajo y en su relación de pareja.
Y a partir de esto podemos pensar: ¿Cómo y cuándo establecimos este patrón en la forma de comportarnos? ¿A través de cuáles relaciones en mi historia se fue desarrollando este rol en mi?
Los roles pueden ser rígidos o estereotipados o pueden ser espontáneos o creativos, y una forma de entender nuestra personalidad es a través del número y tipo de roles que somos capaces de realizar.
Mientras más roles logremos desarrollar y mientras más flexibilidad tengamos de pasar de un rol a otro, mayor será la vivencia de espontaneidad y bienestar.
Y vosotros ¿Qué roles desempeñáis?