En estos casos, siempre centramos el apoyo en función del chico, la situación, la familia y otros factores que son importantes a la hora de intervenir. Sin embargo, de forma general, existen una serie de pasos que se pueden seguir para intervenir en una situacion de acoso escolar.
Pasos a seguir:
1. Detén el acoso de inmediato
Cuando los adultos responden de forma rápida y consistente ante el comportamiento de intimidación, envían el mensaje de que la situación no es aceptable.
Algunos pasos sencillos que se pueden hacer para proteger a los niños son: realiza una intervención inmediata (es una buena idea tener a otro adulto para que apoye). Separa a los niños involucrados. Atiende de inmediato cualquier necesidad médica o psicológica. Mantén la calma. Asegura a los niños involucrados, incluyendo los que participan como espectadores. Muestra un modelo de comportamiento respetuoso al intervenir.
Evita estos errores comunes: no los ignores. No creas que los niños pueden solucionar la situación sin la ayuda de un adulto. No obligues a otros a decir públicamente lo que vieron. No interrogues a los niños involucrados frente a otros niños. No converses con los niños involucrados cuando estén juntos, sepáralos. No hagas que los niños solucionen la situación o se disculpen en el lugar donde ocurrieron los hechos.
2. Averigua qué ocurrió
Si has detenido el acoso en el acto o si un niño ha venido a ti en busca de ayuda, mantén a los chicos involucrados por separado. Obtén información de diferentes fuentes, tanto de adultos como de niños. Escucha sin culpar. No llames a la situación “acoso escolar” mientras averiguas qué es lo que está ocurriendo.
3. Apoya a los chicos involucrados
Es importante apoyar a los chicos involucrados para asegurarnos que el acoso no continúe y para minimizar los efectos.
- Apoyo al niño acosado: escucha al niño, mostrándole tu apoyo. Expresa al niño que la intimidación no es su culpa. Considera la posibilidad de referirlo a un psicólogo escolar. Da consejos al niño sobre qué hacer, lo que puede implicar un “juego de roles” y en decirle al niño como puede reaccionar si el acoso vuelve a ocurrir. El colegio y los padres deben trabajar juntos para resolver la situación y proteger al niño. Sé persistente, ya que el acoso no desaparece de la noche a la mañana.
Evite estos errores: Nunca le digas al niño que ignore el acoso. No culpes al niño por ser acosado. No le digas al niño que ataque físicamente al niño acosador ya que se puede hacer daño o puede terminar expulsado. Los padres deben resistirse a contactar con los otros padres involucrados, ya que esto puede empeorar la situación. El colegio o el psicólogo pueden actuar de mediador entre los padres. Has un seguimiento y muestra un compromiso para que el acoso se detenga.
- Apoyo al niño que acosa: tanto los padres, como el colegio deben desarrollar un rol en la situación. Asegúrese de que el niño sepa cuál es el problema en su conducta ya que estos niños deben saber que su conducta está mal y que le hacen daño a otros. Muéstrale al niño que el acoso escolar se toma en serio y que no se va a tolerar, a través de un modelo de conducta respetuoso. Trabaja con el niño para entender algunas de las razones de por qué él o ella acosan. Utiliza consecuencias para enseñar: realizar algún trabajo sobre el acoso escolar y reparar el daño hecho al otro niño, a través de una carta en donde se disculpe, por ejemplo. Has un seguimiento para mantener la constancia.
Estos pasos son básicos a la hora de intervenir y recordad que solo vosotros podéis proteger a los niños y que una intervención en el momento adecuado es clave para evitar problemas psicológicos graves y prolongados.
Foto: Mnn