
En esta sociedad, que en muchas ocasiones es estresante, los niños y adolescentes desarrollan ideas erróneas sobre si mismos en su camino hacia la adultez. Estos mensajes negativos afectan muchas partes de su vida, haciéndoles sentirse solos y muchas veces indignos.
Aprender a cuidarse es un paso esencial para ayudar a los niños a diluir esos mensajes que suelen debilitar su fuerza vital. Los niños pequeños creen todo lo que escuchan acerca de sí mismos y a muy temprana edad comienzan a determinar quiénes son y cómo deben funcionar en el mundo y esto se lo llevan a la adultez.
Para poder desarrollar un proceso de autocuidado los niños necesitan cierta dosis de autoapoyo y fuerza interior. Para esto es importante que los niños aprendan a reconocer, aceptar, respetar y expresar sus sentimientos y ayudarlos en este proceso es crucial para un desarrollo sano.
Algunos niños aprenden a inhibir sus sentimientos a tan temprana edad que no recuerdan haberlos sentido y no tiene palabras para describirlos ni destrezas para expresarlos. En este sentido el niño manifestará conductas que no son apropiadas para superar esos sentimientos que no han sido expresados. Tomando en cuenta esto, es importante validar y facilitar en los niños y adolescentes la expresión de sus emociones.
¿Cómo lograrlo? Creando un espacio donde estén el uno con el otro, donde haya una compresión mutua y donde se desarrolle un ambiente de aceptación y respeto por los sentimientos del otro. Todo esto facilitará en el niño y el adolescente un desarrollo de autocuidado es decir, una actitud de aceptación, amor y cuidado consigo mismo.