Consideramos que el incorporar una mascota puede generar en la familia un sentido de responsabilidad y compromiso, que se transmite a los niños y que sirve de apoyo a la hora de aprender a hacerse responsables y a valorar las necesidades de otros. Se trata también de un elemento que ayuda y favorece el desarrollo afectivo de los niños, a través del contacto cariñoso y respetuoso hacia los animales. Otro elemento que creemos que es fundamental es que el tener una mascota ayuda a adoptar un estilo de vida más saludable y a buscar el tiempo para disfrutar en familia de actividades conjuntas, tanto de juego como de cuidado del animal.
En este sentido, convivir con una mascota desde edades tempranas puede favorecer el desarrollo de las capacidades de interrelación y la seguridad en sí mismos. La experiencia nos dice que los niños que desde edades tempranas conviven adecuadamente con una mascota, suelen ser más sociables y con mayor capacidad empática hacia los demás. El relacionarse con otro ser vivo sirve de apoyo en el desarrollo de la capacidad de intuición y comunicación no verbal y ayuda al niño a sobrellevar mucho mejor los celos fraternos y por supuesto a entender mejor los procesos vitales de nacimiento y muerte.
En relación a la convivencia que se establece en las familias con mascotas, existe un elemento del que se habla muy poco y que consideramos importante: los padres deben hacer entender al niño que está por encima de la jerarquía en relación al animal, para que la convivencia que se establezca sea de respeto. Por ejemplo, vosotros como padres siempre deberíais tener atenciones primero con el bebé y luego con el animal.
Todas esta ventajas y beneficios no serán posibles si vosotros como padres no tomáis en cuenta una serie de elementos indispensables a la hora de decidir tener un nuevo integrante en la familia. Dentro de estos elementos creemos que destacan los siguientes:
a) La elección responsable de la mascota: tomando en cuenta el estilo de vida de la familia, si os podéis hacer responsable de éste y el tipo de mascota que concuerde mejor con vuestra personalidad y la de vuestros hijos.
b) Enseñar a vuestros hijos la importancia del cuidado del mismo y los límites que deben tener, para evitar accidentes como arañazos o mordeduras.
c) Dar mucha importancia a las condiciones de higiene de la mascota y de los niños cuando se relacionan con ésta.
d) Siempre llevar un control con el veterinario.
No olvidéis que la responsabilidad última es de vosotros como padres y que la experiencia nos dice que el tener una mascota en casa, de manera respetuosa y comprometida, os dará muchas alegrías y beneficios: a vosotros como padres, a vuestros hijos y por su puesto a toda la familia! La experiencia también apunta a que los llamados “mejores amigos del hombre” son las mascotas que más pueden aportar a vuestra vida en familia.
Esperamos que haya sido útil nuestro artículo. Nos gustaría que compartáis vuestras experiencias y que éstas sirvan de guía a muchos padres que están en este proceso de decisión o que acaban de dar el paso de sumar un nuevo miembro a la familia.
Con información de mapfre.es