Se suele manifestar como un estado de malestar genérico, con síntomas tanto psíquicos como físicos. Afecta principalmente a adultos menores de 45 años, aunque últimamente se ha encontrado que estos síntomas también pueden aparecer en niños ya que estos también tienen que volver a una rutina, muy diferente a la del verano, en cuanto a horarios, alimentación y actividades en muy poco tiempo.
Dentro de los síntomas físicos pueden aparecer cansancio generalizado, fatiga, falta de sueño, dolores musculares, falta de apetito , dificultades para concentrarse. Por su parte, dentro de los síntomas psíquicos pueden aparecer la irritabilidad, falta motivación, interés o ansiedad.
Creemos que es indispensable entender que este desorden no está codificado en ningún manual diagnóstico. Sin embargo, es llamado de esta manera y se ha ido extendiendo entre las personas, debido a que cada vez es más común que existan casos donde las personas presenten dificultades de adaptación a la vida diaria, después de un periodo largo de vacaciones.
Algunas de las causas que podrían estar detrás de esta dificultad de adaptación pueden ser: dificultades en el ámbito laboral previas a las vacaciones, falta de motivación laboral, vacaciones muy largas o agotadoras, expectativas poco realistas sobre las vacaciones, entre otras.
Aquí os dejamos algunos consejos para evitar que aparezcan estos síntomas o para mitigarlos en caso de que ya estén presentes:
1. Se recomienda no regresar de vacaciones el día anterior a tu vuelta al trabajo. Resulta aconsejable volver un par de días antes para que la adaptación a la rutina sea paulatina; es importante dar tiempo al organismo a que se habitúe nuevamente a los ritmos de sueño y alimentación.
2. Desarrollar alguna actividad de ocio que sea compatible con el trabajo para que el cambio no sea tan brusco. Es muy importante tomarse el tiempo necesario para coger el ritmo que se tenía antes de vacaciones, sin presiones.
3. Es fundamental tener una actitud optimista y positiva, ya que seguro esto ayudará a superar el periodo de adaptación de una forma más rápida y llevadera.
4. Dedicar tiempo a la familia y a reencontrarse con amigos.
5. Hacer deporte en el tiempo libre.
Como reflexión final, creemos que en los tiempos que se viven actualmente en España, con la crisis económica y los altos índices del paro, el poder contar con una rutina a la que volver, puede ser un gran motivador que facilite este proceso de adaptación!
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Con información de: Ser Padres y Web de la Salud
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